Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. -Jueces 4:9a, RV1960
El país necesitaba un líder. El mundo sabía que necesitaban un líder. Alguien que pudiera enfrentarse en contra de sus abusadores y darles lo que merecen. Y las mujeres no podían hacer eso. No, señor. En los anales de las tribus no eran sus lugares. Sus facultades quedaron claras: eran para ser cocineras, madres, y nada más. Sí, ese es su lugar dado por Dios, y se debieron quedar allí.
Pero parece que Débora no pudo escuchar. Pero la gente clamó por ayuda -¿Por qué no un hombre? Será que un hombre iba a estar a cargo...eso es, ¡¡si no se encontrara en una esquina llorando su dedo en posición fetal! Alguien tenía que hacer el trabajo... ¿por qué no una mujer, solo para engañar a los insensatos?
Barak quería un talismán, algo mágicamente delicioso. En sus ojos, Déborah era la mujer perfecta; alomejor, enseñar un poco de vulnerabilidad era era su versión pretextual para una cita. O alomejor estaba asustado –verdaderamente asustado.
“Ven conmigo”, él le dijo mientras se chupaba el dedo. Déborah lo miró, inclinó su cabeza, lo miró extrañamente. ¡Esto no podía ser para lo que Dios la envió!
“Yo iré”, le replicó, aunque con una advertencia. “Pero Jehová entregara la victoria por una... mujer.” Sus labios resonaron con sutil profecía y sensualidad...una mujer...tanto fue que Barak los escuchó y los ponderó con cierto celo.
Y así fue, una mujer terminó el trabajo. Y así como Jael ensartó varillas de madera a las sienes de las personas, la mujeres de hoy están haciendo grandes maravillas con las migajas que dejaron los hombres. Batimos los ojos y he aquí, cómo las mujeres lentamente sobrepasan a los hombres aquí y allá. Lo que no se atreven a pelear, allí están; lo que no pueden arreglar, allí están; lo que no pueden enseñar, allí están. Ella es osada, desafiante y valiente...todo mientas carga a sus hijos, carga su casa, y carga a su Dios dondequiera que va.
Esta es la mujer con la que yo me crié. Y esta es la mujer que quiero buscar con todo mi corazón.