Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. (Apocalipsis 3:15-16)
Hay investigaciones arqueológicas donde la ciudad tenía una acueducto de las aguas de Hierápolis, pero el agua se convertía tibia antes de llegar a la ciudad. La analogía sirve para la iglesia, donde se les critica por su indiferencia en la fe, su neutralidad. Una persona laodiceana es indiferente, neutral (para colmo, la palabra ganadora del Spelling Bee de este año).
Jesús es bien enfático en lo que es el celo del Evangelio y en una dependencia sincera hacia El. Por eso, en cinco iglesias, El ha dicho: "Arrepiéntete". Y El dice luego en el 20:
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis 3:20)
Me acosté a las 2:00 de la mañana con esto en la mente. En algo, hay que meditar en nuestra posición espiritual. La reprensión es dura, pero…
Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. (Apocalipsis 3:19)