No dice nada. La Biblia no tiene que ser explícita. Dios nos dio sólo lo esencial, un poco menos y fuera de más. Y con todo y eso… yo dudo. SI, DUDO!
Uno lucha consigo mismo. La lucha no es contra carne ni sangre, lo sé; pero una lucha más fuerte es contra nosotros mismos. Nuestro hombre interior con el exterior. Nadie tiene que dudar de nada. La duda es pecado. ES PECADO!!!
Eh… lo lamento, pero no dice nada en la Biblia que la duda es pecado. (La gente… ¿de dónde sacan esas cosas?) Las iglesias hoy en día dice que dudar es pecado. La duda se encuentra en el caminar diario, y debemos reconocerlo. La duda se hace pecado, claro, cuando se convierte en incredulidad. Pero cuando dices: "Señor, dudo de esto porque no lo entiendo, pero enseñame a que es verdad", ahí tomas una poscición importante.
A veces, hay que hacer como el padre que tuvo a su hijo enfermo: Creo, ayuda mi incredulidad (Marcos 9:24)
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. (Mateo 5:1)
Así que, volvemos a Pentecostés, dos a tres años más tarde: ¿los apóstoles dudaron? No lo tome a mal, pero… creo que sí. Eso no los hizo menos espirituales, ni menos cristianos, ni los quitó de las posiciones que gozaron en Cristo en esos tiempos. Y el Espíritu descendía comoquiera, demostrando su poderío en nuestras vidas.
Algo humano es dudar. La duda no es pecado, ya que Dios nos creó seres pensantes. Si tienes alguna duda, habla. Busca. Encuentra. No te engabetes la duda como hipocresía.
!Ayuda mi incredulidad! Y feliz Pentecostés (ya estoy tarde para ir a la iglesia…)