En el principio Dios creó los cielos y la Tierra
Y la tierra estaba desordenada y vacía
Y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo
Y el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas
Hágase la luz, los cielos y la Tierra
Y todo en lo que ella hay
Yo le daré un nombre a las estrellas
Y a las órbitas en la expansión
Hágamos el hombre conforme a mi semejanza
En tí mi alma te deleitará
Mi alma te deleitará
Después Dios le dio instrucciones al hombre
Lo hizo señores de la tierra que El creó
Mas vino una astuta serpiente para engañarlos
Destituirlos de la gracia de Dios, de la gracia de Dios
Pobre serpiente, un detalle que el no sabía
Que el error de aquel humano puso el plan de Dios en acción
Y aunque costó generaciones y dolores de cabeza
Dios lo terminó en Jesús de Nazaret